Conoce al Gato de Geoffroy: Un descubrimiento inusual en la Patagonia Chilena


El gato de Geoffroy, también conocido como gato montés sudamericano, es un mamífero carnívoro de la familia felidae, a la que también pertenecen grandes especies como los tigres, leones y jaguares. Su hábitat se extiende por todo Sudamérica, donde se encuentra en los Andes del sur de Bolivia, el sur de Brasil, Paraguay, Argentina, Uruguay y la Patagonia chilena.

Este felino está clasificado en el rango de Preocupación Menor en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, lo que significa que es una especie abundante, de amplia distribución y que no se encuentra bajo la amenaza de desaparecer en un futuro próximo.

 

Principales características

 

A pesar de ser salvaje y tener un carácter agresivo, el gato de Geoffroy es tan pequeño como un gato doméstico. La longitud desde su cabeza hasta la base de su cola va de 43 a 88 cm, la longitud de su cola es  de 25 a 35 cm, y su altura a la cruz es como máximo de 23 cm. Su peso oscila entre 2 y 6 kilos dependiendo del acceso que tengan al alimento, de las condiciones climáticas, de su sexo y de su ubicación geográfica.

Tiene una complexión robusta con patas fuertes, grandes orejas redondas, su nariz es rosa con márgenes negros y sus ojos de color ámbar a gris verdoso.

Se le describe como un depredador oportunista que se alimenta de lo que sea más abundante. Caza principalmente en el suelo a ratones, conejos y liebres, pero también pueden cazar en el agua en busca de ranas y peces.

 

El gato de Geoffroy en nuestro país

 

En Chile, esta especie se considera rara debido su escurridiza presencia y a que solo se encuentra en pequeños sectores de las regiones de la Araucanía, Aysén y Magallanes. En abril de este año, el fotógrafo chileno Eduardo Minte Hess se encontró sorpresivamente con dos especies de este particular felino, logrando algunas de las capturas fotográficas más completas de las que se tiene registro, lo que representa una gran hazaña en la documentación de la especie en la Patagonia.

Este felino pasa la mayor parte de su tiempo en el suelo, aunque es un excelente trepador y en ocasiones descansa sobre los árboles. Es un nadador innato e incluso se les llama “gato de pesca” por su facilidad y decisión al moverse en lagos y ríos. En la Patagonia chilena se conoce la historia de una hembra que cruzó más de 20 veces un río de caudal rápido de 30 metros.

Puede ser reconocido por su pelaje corto y suave con un color base que varía de gris claro a leonado pálido, cubierto con numerosas y pequeñas manchas negras. Tiene rayas negras estrechas en el cuello y dos rayas negras que encierran un área blanquecina a cada lado de la cabeza. La parte posterior de las orejas es negra con una gran mancha central blanca. Los especímenes melanísticos, que significa negros completos, son comunes.

Esta especie maravillosa es una de las grandes riquezas que tiene Chile en su fauna. Su vida poco documentada y escasos avistamientos demuestran que aún tenemos mucho que descubrir sobre la naturaleza y que el respeto hacia la vida es lo único que permitirá que estas especies se sigan expandiendo.