En Chile existieron diferentes pueblos originarios que se asentaron a lo largo de todo el territorio y destacaron por sus costumbres, tradiciones y forma de vivir en sociedad. Es así como, entre la península de Taitao y el Estrecho de Magallanes, podemos encontrar a los Kawéskar, un grupo canoero nómada que habitó entre los canales y el frío extremo.
Estilo de vida de los Kawéskar
Mientras los hombres se dedicaban a cazar lobos de mar y huemules para su alimentación, las mujeres se encargaban de la recolección de mariscos, la cual, dependiendo de la abundancia del sector, iba determinando el lugar donde se establecían, siendo esta itinerancia una de las principales características para definir quiénes son los Kawéskar.
Sus chozas eran precarias y generalmente estaban cubiertas con cuero de lobo para resistir las lluvias y vientos del territorio austral, todo esto porque no pasaban mucho tiempo en tierra y lo hacían generalmente cuando varaba una ballena.
Cuando los Kawéskar tenían entre 14 y 18 años se comenzaba su iniciación a la vida adulta por medio de un Kalakai, un ritual mediante el cual preparaban tanto a hombres y mujeres en cosas prácticas y morales. La ceremonia duraba entre 6 y 10 semanas y estaba comandada por un anciano del grupo.
Se comunicaban por medio de la lengua kawashkar, que está relacionada con las lenguas fuéguidas, por el sector donde se encontraban. Se cree que creaban palabras largas y complejas para expresar lo que en nuestro idioma serían oraciones completas y estaban influenciadas por la naturaleza y la fauna de la Patagonia.
Ellos creían en un ser supremo llamado Xolás, quien era el responsable de la creación del mundo y sus valores. De igual manera, reconocían espíritus malignos como Ayayema, el cual controlaba las tormentas y era el causante de las enfermedades y la muerte.
Su población se vio disminuida con la llegada de los colonos, especialmente por la transmisión de enfermedades y la progresiva aculturación. Los descendientes de los Kawéskar hoy están radicados en Puerto Edén y en ciudades como Punta Arenas y Puerto Natales.
Esto podría darnos una idea de quiénes son los Kawéskar y la presencia que tienen en el territorio austral chileno, del que muchas veces ignoramos la cantidad de maravillas y secretos que esconde.