Todos los pueblos tienen historias, mitos o leyendas que son transmitidos de generación a generación. El sur de Chile es sin duda alguna uno de los lugares que tiene más historias escondidas entre sus paisajes, debido a toda esa magia sobrecogedora que se siente cuando uno va y se pierde entre bosques frondosos, lagos, archipiélagos y fauna silvestre.
La leyenda del Calafate
Una de estas historias más reconocida tiene como protagonista a una hermosa joven de grandes ojos dorados llamada Calafate, quien dejaba a todos hipnotizados con su mirada. Su padre era el jefe de una tribu y estaba muy orgulloso de su ella.
Todo cambió cuando, un día, un joven perteneciente a la tribu selknam se encuentra con ella. Algunos aseguran que él iba a un ritual de iniciación para convertirse en hombre y otros que simplemente estaba paseando por el lugar. Sin embargo, lo que es completamente seguro es que ambos se enamoraron a primera vista, pese a que era imposible que estuvieran juntos porque ambas tribus eran rivales.
Como su padre se oponía a este amor, Calafate y el joven selknam decidieron escapar juntos, sin sospechar que alguien los delataría y terminarían siendo expuestos. El jefe, acorralado, decidió ir donde el chamán por ayuda, ya que consideraba que esto era resultado del espíritu maligno Gualicho. Sin embargo, este le respondió que él solo podía separarlos, sin hacer acabar su amor.
Ante la frustración, el padre aceptó, por lo que el chamán transformó a Calafate en un arbusto con flores doradas, mientras su enamorado la buscaba por toda la estepa. Se dice que murió de amor intentando encontrarla, como también que los espíritus se apiadaron de él y lo transformaron en un pájaro para que pudiera volar y recorrer las montañas.
Es así como cada primavera se llena de flores de color amarillo en honor a esta hermosa joven. Además, dice la leyenda del Calafate que quien se atreva a comer el dulce fruto del arbusto, irremediablemente, va a caer en el hechizo y se enamorará perdidamente de la Patagonia, por lo que se verá forzado a volver.
