¿Dónde habitaban los Kawéskar?


El extremo sur de nuestro país fue habitado por varios pueblos originarios, los que eran nómades y aprovechaban los canales australes para trasladarse en busca del alimento que les permitiera la subsistencia. Poseían una rica cultura y cosmovisión, pero sufrieron un destino trágico a raíz de la llegada de los colonizadores europeos y la expansión del territorio chileno.

Dentro de este grupo destacan los Selknam, los Aónikenk, los Yámanas y los Kawéskar, mal llamados Alacalufes. De acuerdo al sitio oficial del Museo Chileno de Arte Precolombino, esta etnia se hacía llamar Kawashkar, que en su lengua significaría “hombres de piel y hueso”. Ellos se agrupaban en pequeñas bandas y solo se reunían cuando encontraban una ballena varada o luego de una caza abundante.

 

¿Dónde habitaban?

 

Según diversas investigaciones, los Kawéskar vivieron entre el Golfo de Penas hasta las proximidades del canal Cockburn, en el lado occidental de la isla de Tierra del Fuego. También se desplazaron por casi todo el Estrecho de Magallanes hasta la entrada sur del canal Sarmiento.

Ellos se movían por esta zona austral de la Patagonia chilena comprendida por extensos canales de aguas tranquilas y fáciles de navegar, siguiendo la presencia de lobos marinos o huemules para cazar, además de la abundancia de mariscos. Cabe destacar que la grasa animal era parte importante de su dieta alimentaria.

También hay vestigios que documentan la presencia del pueblo Kawéskar en lado argentino, pero esta habría sido solo transitoria, justificada por la existencia de lazos comerciales con otras etnias de la zona, particularmente en las cercanías del lago Fagnano.

 

Cultura y creencias

pueblo kaweskar, patagonia chilena

La agrupación básica del pueblo Kawéskar era la familia, la que viajaba íntegra abordo de la canoa hecha de cortezas de árbol, particularmente coigüe, y cocida con nervios de ballena.

La canoa era su posesión más importante, ya que además de medio de transporte era considerada como una verdadera vivienda flotante. También confeccionaron herramientas, las que eran elaboradas principalmente de hueso. Esta tarea le correspondía a los hombres, quienes además debían hacerse cargo de la caza marina y terrestre. Las mujeres, en cambio, se dedicaban a la pesca y a la recolección de moluscos.

En cuanto a su cosmovisión, los Kawéskar creían en la existencia de Xolas , quien era considerado un ser supremo creador de todo y que dirigía las acciones de los seres humanos. También llevaban a cabo ceremonias de iniciación a la pubertad (kálava) y ceremonias secretas masculinas (yinchihawa). El Owurkan, una especie de chamán, sacerdote y médico, se preocupaba de atender enfermedades y predecir el tiempo.   

 

Últimos descendientes

 

El primer registro de la existencia del pueblo Kawéskar data de 1526, cuando esta etnia fue vista por la expedición de García Jofré de Loaysa. En el siglo XIX, su población era de cuatro mil individuos. Sin embargo, la fundación del Fuerte Bulnes en 1843 hizo que este número cayera dramáticamente a 500 personas. Otro hito importante fue la instalación de una base de la Fuerza Aérea en Puerto Edén, en la Patagonia chilena, a mediados del siglo XX.

Actualmente, y de acuerdo al censo de 2012, el número de personas asociadas al pueblo Kawéskar llega a las 2.063. No obstante, de ellas solo trece son descendientes directos y apenas siete hablan su lengua. Así, todo indica que esta etnia está destinada a la desaparición.