Descubre la geología de la Patagonia


La fortuna de tener una riqueza de paisajes, minerales y reservas biológicas es un gusto que la Patagonia se puede dar. Y jactarse por ello.

En el siguiente artículo nos adentraremos en la geología de la Patagonia para conocer un poco más sobre el tesoro natural que esconde este maravilloso lugar del extremo austral del mundo.

 

La historia geológica de la Patagonia

 

Son más de 400 millones de años los que le tomó a la naturaleza esculpir lo que hoy conocemos bajo el nombre de Patagonia.

Todo se inició con un gran fondo marino que por millones de años se alimentó de los sedimentos que aportaban el continente y los volcanes. La fuerza de la Tierra se hizo presente más tarde a través de gigantescos movimientos telúricos para erigir la cordillera de los Andes. Y hace 18 mil años aportó su granito de arena la última era glacial para dar forma a los paisajes que son parte de la Patagonia y en los que destacan sus glaciares, fiordos, montañas y lagos.

 

Períodos geológicos y la Patagonia

 

El primer período geológico ocurrió hace 350 millones de años y ha sido bautizado por la ciencia como paleozoico. En él, toda la Patagonia era un gran fondo marino que empezó a acumular sedimentos en capas sucesivas que se vieron sometidas a altas presiones que posteriormente generaron rocas.

Hace 200 millones de años empezó el segundo período: el triásico. En él se separan y configurar los continentes y los océanos.

Posteriormente viene el jurásico. Son 150 millones de años los que hay que retroceder el reloj para ubicarlo temporalmente. En él destaca el fenómeno llamado volcanismo: las erupciones volcánicas sacudieron la región para depositar su lava y cenizas sobre amplias llanuras cubiertas de selvas. Los árboles petrificados se pueden apreciar hasta el día de hoy en la pampa patagónica.

Hace 140 – 80 millones de años nos encontramos con el cretácico. El mar hizo su ingreso en este período inundando las actuales mesetas patagónicas, dando como resultado el complejo marino con sus fósiles. Después se produjo un retiro del mar que se vio sucedido por una nueva invasión de las aguas oceánicas al final del cretácico (70 millones de años). Ahí se depositaron sobre el suelo nuevas capas arenosas.

Posteriormente viene el período geológico llamado terciario que ocurrió hace 70 – 30 millones de años. En él destaca la formación de la Cordillera de los Andes. Con la Cordillera ya formada comienza el último ingreso del mar a gran escala para dejar en el suelo una nueva capa de sedimento de origen volcánico.

El oligoceno es el período que continúa (30 – 18 millones de años atrás). La cordillera y el continente siguieron aumentando su altura, por lo que el agua del mar no volvió a invadirlos. Los ríos empezaron a nacer en la Cordillera para, al bajar, erosionar los terrenos y formar así los actuales valles que más tarde serían ahondados por la acción de los glaciares.

El mioceno (18 – 12 millones de años atrás) es el que viene a continuación. En él sobresale la formación de enormes montañas graníticas. Por ejemplo, Torres del Paine debe su nacimiento a dicho período geológico.

El cuaternario ocurrió sólo hace 1 millón hasta 10 mil años atrás. Las glaciaciones modelaron el paisaje con sus hielos milenarios y nuevos procesos de sedimentación. A él se deben la formación de, por ejemplo, los campos de hielo patagónicos norte y sur y diferentes glaciares ubicados en altas cumbres y valles.

 

Diferentes tipos de relieve y riquezas minerales

 

Producto de su rica historia geológica, la Patagonia presenta en la actualidad tres tipos de relieve. El primero es la Cordillera de los Andes con importantes cumbres como el Volcán Lautaro (3.600 metros sobre el nivel del mar), el Cerro Fitz Roy (3.441 metros sobre el nivel del mar) y el cerro Torre (3.102 metros sobre el nivel del mar). La cordillera se interrumpe por la presencia de algunos fiordos del Pacífico entre las desembocaduras de los ríos Baker y Pascua.

Al este de la cordillera dominan los cordones de irregulares relieves con fallas y plegamientos. Llegan a alcanzar los 2.000 metros sobre el nivel del mar con un ancho de 40 km. Este fenómeno es común desde Cochrane hasta Laguna del Desierto. En él resaltan ríos como el Bravo y Pascua de tramos rectos, así como los lagos de formas irregulares como el O’Higgins que con sus 836 metros, es el más profundo del continente americano.

En la parte occidental de la Patagonia está la geografía insular y su forma desmembrada de grandes fiordos. Al centro se encuentran los milenarios Campo de Hielo Norte y Campo de Hielo Sur. Y al oriente se localizan los grandes lagos patagónicos chilenos como son el General Carrera, Cochrane y O’Higgins.

En cuanto a las riquezas minerales de la Patagonia, los yacimientos, el petróleo, el gas natural y el carbón son las más importantes. Conocida es la “fiebre del oro” que a finales del siglo XIX atrajo a soñadores de todo el mundo en busca de riquezas. Lamentablemente por ellos, los que se realmente se enriquecieron fueron quienes les proporcionaron casa y comida. Este episodio histórico se vio plasmado magistralmente por el escritor chileno Francisco Coloane en su libro Tierra del Fuego (también hay una película basada en el libro, dirigida por Miguel Littín).

Hay que mencionar que en los Andes Patagónicos, los minerales metálicos son escasos en comparación con los yacimientos de los Andes ubicados en su zona central. Algunos afirman que bajo los hielos milenarios de los glaciares hay importantes y fabulosas riquezas minerales, pero no se conocen estudios que, con debida seriedad, lo corroboren.