Chile es poseedor de una geografía única: no hay otro país más largo y angosto que éste, y es esa longitud la que lo hace rico en diversidad de paisajes, climas, flora y fauna.
En el norte, nuestro país posee temperaturas cálidas la mayor parte del año y se puede encontrar el desierto más árido del mundo. En el centro, los valles fértiles y templados permiten el cultivo de distintas especies, siendo esta zona el origen de aquellos vinos de exportación que son tan valorados. Hacia el sur, los termómetros comienzan a descender y la vegetación se manifiesta con hermosos resultados: los bosques nativos de Chile.
Es precisamente esta vegetación del sur de Chile – específicamente de la Patagonia chilena – la que atrae cada año a miles de turistas locales y extranjeros. Y es que la belleza salvaje de los bosques nativos del sur es incomparable, e invita a conectarse con la naturaleza. Pero los majestuosos paisajes que nos regalan son sólo una parte de sus bondades, puesto que son de vital importancia para el medio ambiente.
Especies y funciones de los bosques de la Patagonia
La Patagonia se extiende desde el seno de Reloncaví hasta el Cabo de Hornos. En este vasto territorio, cuyo clima permite la proliferación de una flora variada, podemos encontrar especies arbóreas tales como el alerce, el calafate, la lenga, el raulí, el coihüe, el roble pellín, y por supuesto, la araucaria, entre otros. Estos bosques nativos del sur permiten a su vez la existencia de una diversa fauna. Podemos encontrar animales como el puma, el huemul o el zorro cumpeo, además de aves como el martín pescador, la cachaña (especie de loro) o el ñandú, que habitan en los bosques de la Patagonia.
Pero estos bosques nativos de Chile también cumplen otra vital función para el ecosistema; ya que protegen el suministro de agua potable de los suelos. Capturan el líquido vital y lo almacenan, cosa que los convierte en una parte esencial en el ciclo del agua. Previenen las sequías, las inundaciones y la erosión del suelo, al tiempo que surten a la población de este elemento, para abastecer las necesidades domésticas y agrícolas.
Otra importante función que desempeñan los bosques de la Patagonia -como todas las comunidades arbóreas de alta densidad- es la de convertir dióxido de carbono (CO2) en compuestos orgánicos; es lo que se conoce como fijación de carbono. Ésta es la razón por la cual llamamos a los árboles y bosques los “pulmones del planeta”, pues ellos limpian el aire de las emisiones de CO2 de las fábricas, transporte e industria ganadera, entre otros.
Es por las múltiples funciones que cumplen bosques nativos de Chile en el ecosistema, que es tan importante protegerlos, tanto a nivel gubernamental como personal. Por ello, cuando vamos de vacaciones a disfrutar de la naturaleza en los bosques nativos del sur, debemos tener especial precaución con cualquier elemento que pueda provocar un incendio forestal, así como también evitar arrojar basura, a fin de contribuir a la preservación y cuidado de estos importantes agentes ambientales. Sólo de esta manera podremos continuar disfrutando su belleza y beneficio por largos años.